En este artículo vamos a hablar sobre la enfermedad venosa crónica y las medidas higiénico-sanitarias necesarias para su prevención, además de comentar algunos tratamientos habituales.
Aunque la mayoría de la población sólo lo relaciona con varices y piernas cansadas vas a poder comprobar que se puede relacionar con otros problemas de salud.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ENFERMEDAD VENOSA CRÓNICA?
Recordemos que la enfermedad venosa crónica (EVC) se produce cuando las venas no consiguen que la sangre vuelva de regreso al corazón a su ritmo normal.
Como consecuencia, la sangre se acumula en las extremidades, sobre todo en las piernas, produciéndose hipertensión venosa. Esta hipertensión venosa es la responsable de los síntomas y signos de la enfermedad venosa crónica (EVC).
SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD VENOSA CRÓNICA
Los principales síntomas son dolor, sensación de pesadez y piernas cansadas, prurito, sensación de calor y calambres nocturnos.
Los signos incluyen telangiectasias (las famosas arañitas), varices, edema, pigmentación, dermatitis, eccema, úlceras e hipodermoesclerosis.
Los factores de riesgo no modificables son factores genéticos, como la edad y el género, aunque suele ser mas común en las mujeres debido a su relación con factores hormonales y con procesos biológicos que le son propios, como el embarazo.
Entre los factores modificables están, por ejemplo, el sedentarismo, la bipedestación prolongada, el embarazo, la obesidad o el efecto del calor.
¿CÓMO PREVENIR LA ENFERMEDAD VENOSA CRÓNICA?
Es muy importante seguir una serie de medidas higiénico-sanitarias que nos ayuden a mejorar el flujo sanguíneo de las venas de las piernas.
Algunas de estas medidas higiénico-sanitarias son:
- Evitar el sobrepeso.
- Evitar el sedentarismo y periodos prolongados de estar de pie o sentado.
- Hacer ejercicio moderado todos los días.
- Evitar estar cerca de fuentes de calor como braseros o radiadores.
- Elevar las piernas siempre que sea posible.
- Evitar cruzar las piernas al sentarse.
- Tratar el estreñimiento.
- Beber al menos 2 litros de agua al día.
- Evitar calzado con tacón y zapatos planos.
¿CÓMO PODEMOS TRATAR LAS VARICES Y PIERNAS CANSADAS?
DIURÉTICOS
El tratamiento farmacológico suele incluir, en primer lugar, un diurético para eliminar el exceso de líquido y que debe ser prescrito por el médico, como por ejemplo, la furosemida.
También existen otros productos derivados de plantas que contribuyen a evitar la retención de líquidos como la cola de caballo. Una elección perfecta serían los comprimidos de Cola de caballo de Botanica Pharma.
VENOTÓNICOS ORALES
En segundo lugar, los venotónicos orales son un grupo de medicamentos que actúan reduciendo la fragilidad y la permeabilidad de los vasos favoreciendo el retorno venoso.
Aunque no son curativos de la patología, si pueden mejorar significativamente los síntomas, especialmente el edema y la sensación de cansancio.
Ciertos productos venotónicos orales requieren prescripción médica como las fracciones flavonoides purificadas y micronizadas o el dobesilato cálcico pero también existen otros productos a base de plantas muy útiles como, por ejemplo, el castaño de Indias, el Ruscus aculeatus, el Ginkgo biloba o la Vitis vinifera.
En este caso podemos destacar Aquilea Piernas Ligeras 60 comprimidos ya que contiene castaño de Indias, Ruscus y bioflavonoides.
GELES TÓPICOS
Asimismo, las formas tópicas en forma de crema o gel como los heparinoides topicos u otros geles para piernas cansadas pueden ser un complemento ideal a la vía oral favoreciendo que los síntomas sean menos intensos.
Aquí vamos a destacar Aquilea Gel Piernas Cansadas 100 ml, que combinado con Aquilea Piernas Cansadas 60 comprimidos potencia su efecto.
No podemos olvidarnos de hacer una mención especial a Pranarom y su gama de productos Circularom, especialmente formulados para tratar las piernas cansadas.
Esta gama de productos cuenta con Circularom Cápsulas Forte Piernas Ligeras cuya combinación da lugar a un tratamiento específico completo contra las piernas cansadas.
También debemos recordar que las medias de compresión constituyen uno de los pilares del tratamiento no quirúrgico de la enfermedad venosa crónica siendo su objetivo contrarrestar la hipertensión venosa.
Es importante recalcar que los pacientes con enfermedad venosa crónica deben pedir cita con su médico en el momento que aparezca un edema intenso y alteraciones en la piel y úlceras.
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